EL SOLAR LEBANIEGO DE DON PELAYO (Fuentes de Historia Leonesa, 105).




Un documento, hasta ahora desconocido por nosotros,  viene a revelar que aquellos puntos de Liébana donde, según la Crónica de Alfonso III, situábamos al  rebelde  Pelayo, como  Brez, o, por  conexión con Brez  y por  la  tradición,  también  San Pelayo, en  Baró,  pertenecían a mediados  del  siglo  XIII  al  rey Alfonso X,  el Sabio.

El documento  proporciona la última clave para nuestra tesis de La rebelión de Pelayo porque remata el tema del patrimonio regio en Liébana, entroncando a Pelayo con Alfonso X,  el  siglo VIII  con  el  XIII.

En el siglo siguiente a Pelayo habíamos observado el patrimonio regio de  Alfonso III justo en Cosgaya, en cuyas cercanías perecieron los fugitivos de Covadonga, y no sin causa está marcada por la tradición de Pelayo.

Es en el siglo XII cuando figura Llan de Re (Baró), físicamente parejo a San Pelayo, en poder de Alfonso VIII,  más Lebeña y Buyezo, y aun Torices, donde, según la tradición, fue bautizado Alfonso I, llamado  “sennor de Labyna” (Liébana)  por  el  Poema de Fernán González.

Eran propiedades del rey “por derecho hereditario”, como por otra parte  cabía  suponer en una región tan poblada y minifundista desde los primero tiempos altomedievales. Lo habíamos  desarrollado en  La rebelión de Pelayo, obra  publicada  en  2007.

Pero lo que no alcanzábamos a sospechar es que el mismo Brez de la Crónica, en donde Pelayo logró esquivar a los árabes, llegados para detenerlo, constase como patrimonio regio en manos de Alfonso X el Sabio a mediados del siglo XIII. Suponíamos la pertenencia de San Pelayo al patrimonio regio, ensamblado con Llan de Re por tres puentes y poseedor de la llamada Caballeriza del rey Pelayo, pero ahora consta juntamente con Brez en manos de Alfonso X.

Por ello el documento resulta sensacional para nuestra tesis, pues lo que basábamos en indicios lógicos y conexiones viarias, ahora lo certifica el documento en los términos más  precisos. Dice el rey Sabio:  “mi lugar de Lon con el aldea de Brez, el barrio de Sant Pelayo con su iglesia… con todas las otras  heredades que son en los dichos lugares  e con los vasallos e suelos poblados e despoblados…”.

La pregunta es categórica: ¿De dónde le vienen al rey Alfonso X en pleno siglo XIII las “heredades” que constituyen el núcleo del escenario en que, según la Crónica de Alfonso III, se levantó Pelayo?  Del   hecho  hereditario  que  se  impone  desde  Pelayo y  su  yerno, Alfonso I.